Por:​ ​Américo​ ​Salatiel​ ​Giron​ ​Reyes

 

Cuando iniciamos un negocio, son pocas las personas que lo hacen con todos los requerimientos legales y de otra índole para montar su funcionamiento. Pero en el transcurso de ello, si no estamos preparados de la manera correcta o debida, el fracaso se avizora en el horizonte de una manera rápida. Existen diversos ejemplos de este tipo de obstáculos, porque la naturaleza de un negocio es perdurar a lo largo del tiempo, caso contrario, no seremos empresarios antes bien,  personas que solo intercambian bienes y servicios de​ ​una​ ​manera​ ​esporádica.

 

Razón por la que, al iniciar un emprendimiento, inversión o al estar en marcha uno, nos debemos de hacer la pregunta ¿Es sostenible nuestro negocio? (esto también aplica para las entidades del sector público al momento de aprobar o no un proyecto en su comunidad), entendiéndose la sostenibilidad como si la idea o el negocio se mantendrá a lo largo del tiempo; y para dar respuesta a esto se debe de hacer una examen a cuatro factores:
Legal: Es decir, si nuestro negocio cumple con cada uno de los requerimientos que la ley exige, que es de recordar que es el mínimo que debemos de cumplir, mas no el máximo por lo que podemos utilizar a lo interno de la empresa normas que sobrepasen el mínimo legal siempre y cuando no contradigan la legislación nacional o internacional, un ejemplo de esto puede ser el salario mínimo, que como su nombre lo indica es mínimo, pero el empleador puede dar más de esta cantidad, pero si no da la cantidad que indica la ley, se puede enfrentar a un proceso ya sea administrativo o judicial de la imposición de una multa o un juicio de reajuste salarial, que como efecto colateral puede tener que el negocio no soporte​ ​la​ ​sentencia​ ​y​ ​se​ ​proceda​ ​a​ ​su​ ​cierre.
Financiera: Todo negocio o emprendimiento debe de generar alguna ganancia, caso contrario es todo menos un negocio, no importando las temporadas altas o bajas, por lo que​ ​si​ ​nuestro​ ​negocio​ ​no​ ​es​ ​financieramente​ ​sostenible,​ ​no​ ​tiene​ ​futuro.
Social y Cultural: Si nuestro negocio riñe con las normas sociales o altera bruscamente la forma de la cultura de la comunidad donde se va a instalar, no perdurará por mucho tiempo, por lo que debemos de comprometernos con nuestras comunidades a que​ ​el​ ​impacto​ ​que​ ​generemos​ ​sea​ ​positivo.
Ambiental: No importando si nuestro negocio es un servicio o comercio en donde se tenga solamente un empleado, pero si desde nuestro campo de acción no tomamos acciones que mejoren y protejan el medio ambiente (que conlleva la cultura del reciclaje, disminución​ ​del​ ​consumo​ ​del​ ​agua,​ ​ahorro​ ​energético,​ ​etc.),​ ​no​ ​perdurará​ ​en​ ​el​ ​tiempo.
En los tiempos actuales donde existen turbulencias políticas, económicas, entre otras, tanto nacionales como internacionales, se hace imperativo revisar estos aspectos en cada una de las Empresas, ya que solo soportarán estos tiempos de incertidumbre aquellos que estén​ ​mejor​ ​preparados.
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